Falsificación de Firmas: Copia por Calco

Uno de los métodos de falsificación con mayor perfección es la copia por calco, en la que se consiguen reproducir muchas de las características base de la firma legítima, constituyendo para el profesional uno de los mecanismos de falsificación más complicados de valorar.

Hay diversos métodos para la realización de una copia por calco (uso de papel de calco, realización de surco previo mediante punzón, etc.), aunque el más empleado es el uso de una fuente lumínica difusa que permita transferir las formas de la firma base o matriz sobre el papel en el que se efectuará la firma ilegítima.


El autor de la falsificación dispone de la posibilidad de ejercitar el calco intentando conseguir la destreza adecuada para la realización de la firma y del gesto rubrical. La consecución del sistema negatoscópico es sumamente fácil, vale con una simple ventana para conseguir una adecuada luz difusa.


¿Cómo actúa el Perito Calígrafo ante una posible falsificación por calco?
La labor del perito debe ser siempre metódica y precisa. Comienza por un análisis de la firma genuina del autor, a partir de un documento indubitado o un cuerpo de escritura, valorando las características de los trazos y los rasgos gráficos. Es conveniente trabajar siempre que se pueda sobre documentos originales, ya que en casos de copia por calco el análisis de la presión será de vital importancia para determinar la validez o no de la firma.



Tras un detenido análisis óptico de la firma genuína, empleando para ello desde lupas hasta microscopio binocular y realizando una evaluación de la presión escritural a partir de análisis mediante infrarrojos y luz rasante, el perito analizará detenidamente la muestra dubitada, la firma sobre la que debe determinar si está o no falsificada.

Siguiendo un minucioso protocolo de evaluación, estudiará la forma, la presión, la velocidad, los gestos o rasgos característicos existentes en la firma dubitada así como realizará una evaluación de la "espontaneidad" de la firma.


Las firmas genuinas se realizan de forma espontánea. La existencia de variaciones de presión o velocidad así como la observación de oscilaciones gráficas o vacilaciones en el trazado suelen ser características de las falsificaciones. Las detenciones anormales o levantamientos irregulares del útil escritural, los depósitos de tinta y la fluidez del trazo deberán ser minuciosamente analizados. Los arranques o trazos iniciales y los finales son elementos clave en el análisis ya que son fruto de la espontaneidad del autor y muy difícilmente copiables.

En este tipo de falsificaciones nos solemos encontrar con numerosos rasgos coincidentes morfológicamente entre los indubitados y el dubitado, pero también nos encontramos con divergencias importantes en los estudios de presión y velocidad, ya que aunque el movimiento ha podido ser entrenado por el falsificador, los rasgos de presión y velocidad son muy difícilmente plagiables y resultan clave para establecer si nos encontramos ante una copia o una firma real.



Aunque la calidad de la falsificación dependerá siempre de la destreza del autor de la misma, los profesionales nos encontramos desde firmas burdamente falsificadas y fácilmente identificables, hasta grandes falsificaciones en las que es muy complicado emitir un dictamen.


Debemos añadir una sugerencia, debe intentar analizarse comparativamente muestras gráficas indubitadas próximas temporalmente a la dubitada. La firma es un proceso altamente complejo en el que intervienen numerosos factores (elemento escritural, soporte, estado de salud física y psíquica, postura, etc).

Los profesionales sabemos de la influencia de diversos factores sobre la ejecución del movimiento escritural y cómo algunas enfermedades afectan al mismo. Todo ello debe tenerse en cuenta al comparar firmas realizadas en un amplio periodo de tiempo, ya que podríamos interpretar erróneamente como rasgos divergentes algunas manifestaciones gráficas producto de la evolución grafoescritural del autor.

Es importante que en la realización de los cuerpos de escritura el perito adopte un papel protagonista auxiliando a los profesionales de la Justicia. Desde el diseño de la prueba, la longitud de la misma, la adecuación del texto a realizar (en ocasiones nos encontramos con dictados de gran profundidad, confusos y llenos de tecnicismos que debe realizar una persona con un bajo nivel cultural, que plasma escrituralmente las dudas y temores a equivocarse en su ejecución), las condiciones en que se realiza, la postura y comodidad del escribiente, el útil escritural empleado y el tipo de papel así como el soporte sobre el que se realiza la prueba. Son múltiples elementos que el perito profesional debe evaluar para que el documento obtenido tenga validez como indubitado. A título personal y cuando me es posible suelo solicitar una muestra gráfica realizada con ambas manos, principalmente en casos donde existan dudas razonables de autofalsificación.

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